Inunda mi vida con tú luz, escribe con esta tu verdad , y alumbra mis pensamientos hasta ahora en penumbra, para identificar lo que es tuyo y lo que no, porque no quiero alejarme ni un instante por efímero que sea.
Transforma mi rostro en tí para que pueda enseñar a los demás lo mucho que te amo y nos has amado, siendo perfume a nuestras caídas, y aceite que suaviza la herida que ha quedado.
Extiende tú mano hacia mí y dulcifica mi alma marchita de dolor por el miedo de poder perderte, por mi propia culpa. Rejuvenece mi aliento para pertenecerte por completo y para siempre eterno salvador.
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