Que con tus manitas tejiste, la nobleza y amor en tú hijita María , y labraste su camino a la santidad con tus buenos consejos.
Amor de mieles y soles que solo alababan al señor, que habitaba en su corazones entrelazados con el del padre.
En tu regazo bendecido por Dios, se trazo el camino para la santidad de nuestra Madre, y con su pureza, aliviamos nuestra alma dolorida.
Enséñanos a Amar los caminos del la santa trinidad, para en ellos llegar al cielo, y a la eternidad bienaventurada.
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